Entrevista: Salih Meky, ministro de Sanidad de Eritrea

V. Krebs
26 Mayo 2008

La primera edición del Foro de la Salud de Ginebra se celebró en esta ciudad del 30 de agosto al 1 de septiembre de 2006. ICV participó en su organización, con voluntarios que se ocuparon de la logística, la interpretación y la realización de artículos. Las noticias en la Web realizadas por ICV en colaboración con MCART incluyeron una serie de entrevistas y resúmenes de las sesiones, incluyendo una con el señor Saleh Meky, ministro de salud de Eritrea.

El Ministro habló con nosotros acerca de los logros y retos en el campo de la salud en su país y en África, de manera más general. En Eritrea, la sanidad es gratuita. El país ha logrado mantener bajo control varias enfermedades infecciosas, pero se enfrenta al reto cada vez mayor de las enfermedades crónicas, como la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Los gastos hospitalarios son un problema importante. El ministro Meky también hablo sobre si había una solución simple para la fuga de cerebros, pero instó que sería necesario que lo abordara no sólo el Sur sino también los países ricos del Norte.

P: El Foro cerró sus puertas hace unos minutos. ¿Cuáles han sido sus impresiones?

El tema ha sido bastante oportuno y muy importante en este momento. La pregunta es un principio de equidad en la sanidad de cierta comunidad. Se ha dicho que la salud es un derecho y, si es un derecho, es un derecho humano y, si es así, debe ser accesible para todos. Por supuesto, siempre hay una diferencia entre una lista de deseos y la realidad, la equidad y la realidad. Pero es una cuestión de conseguir la mejor atención posible para todos. Foros como éste, creo yo, son muy importantes para hacer frente a este tipo de problemas. Una perspectiva sería hablar de las cosas, otra es realmente llevarlas a cabo. Creo que ambos aspectos son necesarios al hacer frente a los retos relacionados con la salud. Como ministro de sanidad, veo como se hacen las cosas en mi país, pero es útil ver cómo se llevan a cabo en otros lugares.

P: Este foro ha sido una oportunidad de escuchar a políticos y profesionales de la salud debatir acerca de los retos y desafíos en sus países. El doctor Frenk, ministro de sanidad de Méjico, habló por ejemplo de la reforma sanitaria que se ha implementado en su país para hacer la sanidad más accesible a la población. ¿Cómo describiría los logros y los desafíos en su país?

La situación en Eritrea es muy diferente de la de Méjico. Salvo que la sanidad es accesible para todos. Los seguros no son un problema por el momento, pero lo serán pronto, porque los gastos no son sostenibles. Además, Eritrea es uno de los pocos países en África donde ha sido posible eliminar la poliomielitis y mantener bajo control las enfermedades infecciosas como el tétanos, el sarampión, la malaria y el VIH/SIDA.

En cuanto a los retos... En primer lugar, Eritrea es un estado en transición que tiene que ocuparse cada vez más de las enfermedades de la población, como la diabetes, la hipertensión y el cáncer. Estas enfermedades son muy serias, muy costosas, muy difíciles de curar y constituyen una enorme carga para la sanidad. La mejor manera de hacerles frente es prevenirlas. Pero si se dan, hay que tratarlas. Conforme la atención primaria se establece, las enfermedades crónicas se convierten en el principal problema.

En segundo lugar, la financiación de los hospitales municipales es todo un reto. De hecho, los hospitales representan los mayores gastos en sanidad en el presupuesto nacional de salud. La gente habla sobre el gasto en enfermedades específicas, pero en nuestro caso, una gran parte se destina a los hospitales. Nuestro mayor número de trabajadores es en hospitales. Este es uno de los puntos que menos se entiende, en parte porque es complejo y también porque no es de fácil acceso para el trabajo teórico.

En tercer lugar, los profesionales sanitarios, los médicos y las enfermeras se tienen que formar. Si las instalaciones sanitarias no funcionan bien, no se forman a los profesionales sanitarios de manera adecuada. La formación es el fomento del futuro del personal sanitario. Esto tiene consecuencias no sólo para los problemas actuales, sino también para el futuro. En general, la investigación aplicada es muy importante también.

Y, por último, pero no por ello menos importante, cuando se habla del acceso, se habla de camas y médicos suficientes y los medicamentos para cada necesidad. ¿Se pueden gestionar sucesos catastróficos? Este es un elemento fundamental y se puede utilizar como un indicador de servicios. Por otra parte, tales eventos pueden ser tan abrumadores que se pueden olvidar otros aspectos, pero en todos los casos la atención primaria es importante.

P: Las organizaciones como Transparencia Internacional identifican la corrupción como un escollo para el desarrollo de muchos países africanos. ¿Cómo ve el problema de la corrupción?

Tiene usted razón, la corrupción es un problema importante en muchos lugares, pero no en Eritrea. Yo creo que en cualquier institución, la falta de responsabilidad da lugar a una mala gestión. Si no hay una evaluación adecuada, si no hay resultados transparentes para cualquier inversión, cabe la posibilidad de abusos. Esto sucede en los países ricos. Para los países que tienen menos responsabilidad es aún más importante y significaría gobernabilidad e intervención. Pero yo creo que hasta cierto punto, la cuestión de la responsabilidad también está en manos de los donantes. De hecho, los que manejan el dinero no siempre se aseguran de que éste se destine para las personas adecuadas. Además, la responsabilidad no es sólo interna, sino que también debe de haber un método para medirla de manera pragmática, en cifras. Esto es tan político que su impacto y el posible resultado son difíciles de medir.

P: Otro problema al que se ha hecho referencia varias veces durante el foro es la fuga de cerebros de profesionales sanitarios. ¿Cómo podríamos detener este fenómeno?

No estoy seguro de que se pueda, pero si se quiere cambiar algo, hay que mirar la causa. EE.UU. y los países occidentales necesitan profesionales sanitarios y los pueden conseguir. ¿Qué podemos hacer nosotros? En el sur tenemos que conseguir que vivir en nuestros países sea viable. Muchas personas se trasladaron de Europa a los EE.UU., porque las condiciones allí eran más interesantes. Esto también está ocurriendo en África y Asia hacia Europa. Si las condiciones de vida fueran mejores, si la gente viera que hay una oportunidad de vida digna para ellos, estarían encantados de quedarse. Es por eso que tenemos que trabajar por una causa común, por un futuro mejor y más brillante. Tenemos una obligación y un deber para con nuestro país, pero hay muchas razones por las que las personas se mueven: la inseguridad, el matrimonio y muchos más. Por lo tanto, no hay una respuesta fácil a la fuga de cerebros. Los países desarrollados deben ayudarnos a formar a las personas. Los países desarrollados y en desarrollo deben trabajar juntos. Tiene que haber libre circulación de personas y la fuga de cerebros debe resolverse. África no puede seguir perdiendo a sus mejores ciudadanos. Hay muchas dificultades y todos formamos parte de esto.

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